Se plantea como un elemento único posado sobre la forma natural del terreno en el entorno. El soleamiento condiciona la morfología de la vivienda, buscando la mayor eficiencia y un ahorro considerable. Simpleza de materiales y modulación estructural estratégica que aumenta la flexibilidad a la hora de configurar los espacios.
El "árbol del amor" envuelto por el uso de la piedra, la madera y el vidrio se muestran como una reinterpretación contemporánea de la vivienda tradicional y su configuración más vernácula que ha preexistido durante siglos. Al sur, espacios de máximo disfrute con el agua, la hierba, el huerto y la "presidencia" del aro de la cesta.